Meditación con mascotas: una nueva práctica de moda

La meditación con perros o con gatos es una nueva práctica que ayuda a los dueños de perros y gatos a relajarse, logrando incluir a sus amigos de cuatro patas en ese estado de relax. Una de las grandes ventajas de este tipo de meditación es que las mascotas generan en sus dueños emociones muy positivas, el estado mental ideal para meditar. Pero meditar no solo es bueno y saludable para nosotros los humanos, sino que beneficia a nuestras mascotas, les ayuda a relajarse y a reducir su miedo o su ansiedad.

Beneficios de la meditación con mascotas

Realizar algunos ejercicios de meditación con tu perro o con tu gato mejorará el vínculo que tienes con él. También le ayudará a mantenerse más atento a lo que le pides, a comportarse de una forma más positiva y a relajarse. Si tu perro se relaja, tú también estarás menos estresado.

Uno de los beneficios de la meditación para los perros es que les permite reducir sus reacciones a diversos estímulos, como los ladridos ante la presencia de otros perros o personas. Si tu perro suele ladrar insistentemente, la meditación os ayudará a ambos, pues logrará reducir su nerviosismo y sus ladridos, y tú estarás mucho más relajado.

Cómo meditar con tu perro

Paseo meditativo con la correa

La correa es un nexo entre el dueño y el perro donde se transmite el estrés. Si estás nervioso y tiras de ella insistentemente, tu estrés se reflejará en tu perro. Lo mismo sucede a la inversa.

Por la forma en que sostienes la correa, tu perro reconoce tu estado emocional. Por eso, si das una caminata y meditas, lleva a tu perro con la correa floja. De esta forma, tu perro se sentirá tan relajado como tú.

Comienza con la meditación caminando tú solo y, una vez que estés listo, comienza a caminar y a meditar con un perro. Pero si tu perro es muy nervioso, primero enséñale a relajarse.

Enséñale a tu perro a relajarse

Si tu mascota tiene problemas de conducta, te será muy difícil entrenarla, por eso es conveniente enseñarle antes a relajarse o a concentrarse. Comienza creando una rutina diaria en un lugar tranquilo donde no haya distracciones y repítela todos los días, haciendo que sea una experiencia relajante para ambos.

Para atraerlo, usa recompensas, como una golosina saludable o un juguete. Y cada vez que realice el comportamiento deseado (la respuesta relajada) ofrécele su premio. Con el tiempo, podrás lograr que se quede junto a ti mientras respiran, o que te acompañe al hacer un ejercicio de yoga.

Haz una relajación progresiva con tu perro

Guarda las golosinas favoritas de tu perro para el entrenamiento de meditación, pues son muy eficaces para lograr que tu perro se mantenga concentrado. Una vez que hayas logrado que tu mascota se relaje, puedes aumentar la duración de los ejercicios o lograr una relajación más profunda.

Para ello, necesitas mantener una actitud calma. No puedes conseguir que tu perro se relaje si tú estás tenso. Debes permanecer calmado, hablarle con voz suave y observar sus expresiones o posturas para saber si se encuentra relajado. Enfoca la atención en tu perro, respira con él y muéstrale cómo se hace.

Enséñale a tu perro a concentrarse

Si te resulta difícil hacer que tu perro se concentre, esconde una golosina en tu espalda, recuéstate contra la pared y dale una orden verbal, como: “Mírame”. Cuando obtengas su atención puedes darle la recompensa. Haz esto cada día, extendiendo el tiempo, para que tu perro logre concentrarse cada día más.

¿Cómo es la meditación con gatos?

Los gatos son animales que pueden enseñarnos mucho a los humanos acerca de cómo mantenernos relajados. Por eso, la meditación con gatos es diferente a la que realizas con un perro, pues en este caso es el gato el entrenador que te enseña a meditar.

Una forma sencilla de meditar con tu gato es seguir la respiración de tu mascota. Si observas a tu gato, verás que su respiración es relajada y regular. Si lo intentas, verás que observar su respiración es sumamente relajante. Se encuentra calmado y respira de forma serena, pero esto funciona también a la inversa, en humanos y en animales: la respiración acompasada aumenta la relajación. 

¿Cómo meditar con tu gato?

Siéntate a su lado, prestándole atención a tu mascota y disfrutando del momento de estar juntos. Observa su respiración y concéntrate en cómo sube y baja su abdomen: encuentra el ritmo. Sigue su respiración, sincronizando tus inhalaciones y exhalaciones con las de tu gato. Permítete simplemente disfrutar el momento, sin hacer nada, solamente “estar” con tu mascota.

Puedes mirar a tu mascota, acariciarla, jugar con ella, lo importante es no forzar la respiración, sino hacer que sea natural y juntos, reducir el estrés del día.

¿Has intentado practicar meditación con tus mascotas? Cuéntanos tus experiencias.

Comparte en tus redes y recomienda a tus amigos esta nueva práctica, la que promete ofrecer beneficios tanto a humanos como a nuestras mascotas.